Un modelo de negocio consiste en un conjunto de elecciones hechas por la empresa y el conjunto de consecuencias que se derivan de dichas elecciones. La efectiva implementación de los procesos de innovación para mejorar la posición competitiva de las organizaciones y sus estrategias de negocio para la mejora de la productividad y la calidad son esenciales para que un nuevo modelo de negocio tenga éxito, pero no son suficientes. Si el modelo de negocio está superado, no sirven de nada. Modelo de negocio y estrategia organizativa, van unidas.
Las estrategias de negocio en cualquier tipo de organización se pueden resumir como la suma de opciones que permitirá determinar donde competir, cómo crear valor superior a los clientes y cómo generará un retorno mayor a sus accionistas. Es una declaración de propósito definiendo donde quiere estar en el largo plazo. Es un mapa de futuro que establece que productos y servicios llevará al mercado.
El contar con una estrategia, permite a cualquier organización, independientemente de su giro y tamaño; focalizarse y alinear su procesos y recursos para logar el cumplimento de sus objetivos de corto, mediano y largo plazo.
Además, no podemos dejar atrás el mapeo de ruta tecnológica, el cual es un proceso que contribuye a la integración del negocio y la tecnología y a la definición de la estrategia tecnológica, mostrando la interacción entre productos y tecnologías con respecto al tiempo tomando en cuenta los atributos del producto en el corto, mediano y largo plazo. El despliegue del mapa de ruta tecnológica ayuda a las organizaciones a alcanzar varios objetivos clave. Para cada línea de producto, el mapa liga la estrategia de mercados con los planes de desarrollo de nuevos productos y nuevas tecnologías, identifica necesidades, brechas, fuerzas y debilidades en un lenguaje común a lo largo de la organización, ayuda a enfocar la atención sobre la planeación de largo plazo y mejora la comunicación y compromiso sobre los planes. Finalmente, el proceso ayudar a enfocar el pensamiento de los equipos sobre las prioridades más importantes en cada etapa del proceso de planeación.
Para innovar la estrategia de negocio de una forma sencilla y unificada primero se debe diferenciar entre un plan de negocio y un modelo de negocio, la cual radica en que el plan de negocio es estático mientras el modelo de negocio es dinámico y tiene un enfoque más claro de valor para el cliente. Un modelo de negocio no es absoluto, sino que debe de adaptarse a los cambios en el ambiente competitivo. De esta forma la supervivencia y crecimiento de las empresas depende cada vez más en temas como el diseño de nuevos y viables modelos de negocio alineado a sus nuevas condiciones y contexto. Esto ha llevado a reconocer la necesidad de tener un continuo proceso de innovación de los modelos de negocio, debido a que las nuevas condiciones de mercado frecuentemente necesitan nuevos modelos de negocio. Las empresas que continúan trabajando con lo que funcionó en el pasado, se encuentran en una franca desventaja.
El éxito sostenible que se gestiona en cualquier organización radica en continuo cuestionamiento de la forma en la que los procesos, recursos, socios, etc se alinean para maximizar el valor que la organización brinda a sus clientes. Esto debe de motivar a que la empresa busque formas nuevas e innovadoras para el diseño, producción, distribución y comunicación del valor de sus productos y servicios. El cambio de paradigma es ver a la innovación como una verdadera plataforma de crecimiento.
Es importante la creación de valores dentro de las empresas, siendo el resultado de contar con un buen modelo de negocio que permita a alienar los recursos clave (humanos, financieros e infraestructura), los procesos clave, los socios y aliados para diseñar, producir, entregar y comunicar la oferta de valor a los clientes y que como resultado se logre un viabilidad económica sostenible. El tener una continua y abierta comunicación de los temas estratégicos permite que la organización gane claridad y foco en lo que es importante para su crecimiento y competitividad.
La evolución de los mercados y la competencia hoy le presenta a las organizaciones, el reto de buscar e incorporar a sus procesos, conocimiento y tecnologías nuevas reconociendo que no siempre cuentan con los recursos para responder de forma efectiva a las nuevas necesidades del mercado. Se debe desarrollar una estrategia con alianzas, los organizaciones hoy pueden establecer vínculos y alianzas estratégicas que permitan el flujo de conocimiento que complemente el acervo interno y los habilite para acortar los ciclos de desarrollo de nuevos productos y servicios y así mejorar su ventaja competitiva.