Todo proceso de innovación inicia con la fase de ideación, la generación de ideas dentro de cualquier organización no es el problema. Hay muchas herramientas para involucrar el personal a que genere propuestas para innovar en productos, procesos y/o servicio. El verdadero reto es el poder decidir de firma efectiva entre ideas que tiene potencial de las que no lo tienen.
Para ser más efectivo en el planteamiento y selección de ideas, dentro de muchas, dentro de muchas herramientas y metodologías que ya existen, a continuación se presenta una serie de preguntas que habría que buscar contestar:
¿La idea tiene potencial de ventas, ahorro en costos u obtener lo márgenes esperados?
Si no, habría que revisar/ replantear el modelo de negocio
¿La idea se aliena con los procesos de la organización?
Si no, ¿la organización tiene la apertura de desarrollarlos?
¿La idea se aliena con el capital humano?
Si no, ¿la empresa está dispuesta a contratar gente nueva con nuevos conocimientos, habilidades y perfiles?
¿La idea se alinea con la estrategia?
Si no, ¿cómo se puede afinar la idea para lograrlo?
¿La idea se aliena con el presupuesto y recursos financieros?
Sino, ¿se puede optimizar la inversión requerida o buscar fuentes externas de financiamiento?
¿La idea se alinea con los clientes?
Si no, ¿cómo se pude llegar a este nuevo grupo objetivo?
¿La idea se alinea con la marca?
Si no, ¿se puede introducir una nueva marca?
Si el número de respuestas Si son 6 o 7, se tiene una oportunidad de construir una buen caso de negocio. Si por otro lado, las respuestas positivas son menos de 6, en el mejor de los casos tendría una caso de negocio dudoso.
De lo anterior, se pueden desprender dos conclusiones:
- Dentro del proceso de ideación hay que construir una serie de criterios objetivos que sean relevantes para la organización y que permitan evaluar el valor de las ideas.
- En todo momento hay que buscar alienar las nuevas ideas con el modelo de negocio o ver como la idea puede modificarlo o crear una modelo de negocio nuevo.