¿Qué pasa si pones en pausa tu YO? ¿Qué podría suceder en tu vida laboral y personal? La neurociencia llega a la conclusión de que el “YO”, es un gran estorbo para el desarrollo y desempeño laboral.
¿Qué tienen en común la neurocientífica Jill Botle que tuvo un derrame cerebral, Arya Stark una de las protagonistas en Game of Thrones entrenada por el “hombre sin cara” y Steven Kotler autor de los Best Seller: The rise of Superman y Stealing Fire?
Una sola cosa: “la eliminación del yo” lo cual genera estados místicos, poder hacer lo que nunca creyeron y entrar en estado de “FLOW” (estado óptimo de concentración, creatividad y desempeños superiores).
Jill Botle, puedo recuperarse de un derrame cerebral y poder describir a detalle toda su experiencia, donde explica que lo más maravilloso que sintió fue cuando su YO (el fenómeno cerebral que te dice quién eres, qué no eres, toda tu historia personal y hasta dónde llega tu extensión de cuerpo físico) pareció desaparecer por unos momentos, sintiéndose integrada con el todo, con una sensación de conexión y capacidad de creación.
Arya Stark, es un personaje en la afamada serie de Game of Thrones, quien decide vengarse de los asesinos de su padre, así que decide entrenarse para ser una de las mejores asesinas, y para ello decide someterse a meses de entrenamiento en un templo. La primer y última gran lección de su maestro fue: para ser un “asesino sin cara”, debes de ser nadie (YOU ARE NO ONE). Al dejar de ser Arya Stark, podía desarrollar todo su poder y adoptar cualquier cara y cuerpo para lograr su objetivo.
Steven Kotler, uno de los investigadores más reconocidos sobre “neuroperformance” es decir, estados mentales que permiten a las personas lograr tareas tanto físicas y/o mentales a niveles superiores de hasta 5 veces más que en sus estados normales, descubrió que un factor clave para que esto suceda es un fenómeno que llaman “hipofrontalidad”, que es la reducción de la actividad del el cerebro prefrontal, cuyas funciones son el juicio, el diálogo interno, la autocrítica, traer el pasado constantemente a pensamientos en el presente.
Thomas Metzinger neurocientífico alemán, demuestra con estudios que el “yo” realmente no existe ni se localiza físicamente en el cerebro, sino que es un tipo de algoritmo biológico que reúne y suma de todos los recuerdos y asociaciones de quién somos y quién no somos, lo cual nos limita poder ser más de lo que creemos ser y nos encajona a un sin fin de conductas y creencias ya establecidas en nuestro cerebro.
Imagina poder lograr esto en el trabajo para lograr objetivos que nunca pensaste. Estudios sobre estados de desempeño superior, muestran que la mayoría de las personas sólo llegan a sólo un 5% de todo su tiempo laboral en estados de “FLOW”.
Los tres primeros pasos para comenzar a lograr los beneficios de estados de FLOW con un “yo” disminuido son:
- Estar en el presente, en el aquí y ahora, lo cual se puede lograr estando conscientes de nuestra respiración y las sensaciones corporales. Dejar pasar los pensamientos cuando lleguen y con una respiración volver a la concentración. Gran parte del método Budista.
- Cada vez que te llegue un pensamiento de: eso yo no lo hago, o yo no puedo, pregúntate: ¿de quién es esa idea, cuándo te la impusiste?
- Ponte retos diarios que estimulen tu adrenalina, crea espacios de flujo, ósea, establece por lo menos media hora. Se recomienda un 4% más de reto de tu capacidad anterior.
Steven Kotler expone que hoy en día el 30% de las empresas líderes en US están tomando en serio e invirtiendo en temas sobre manejo de estados mentales, desde Yoga, Mindfullness, conocimiento del funcionamiento del cerebro, etc.
¿Y tú?
¿Y tu empresa?