El afirmar que se es un fracasado es una idea tóxica se instala en la mente por medio de una generalización errónea la cual es el resultado de centrarte demasiado en los errores que has cometido y las malas decisiones que has tomado, construyendo una realidad deformada de tu vida a partir de un periodo de tiempo y eventos no positivos. Sin embargo, olvidas incluir todas las cosas buenas.
Cabe mencionar que el fracasar y ser un fracasado son cosas muy distintas. Aunque se parecen mucho, no se trata de lo mismo. Al decir “soy un fracasado”, estamos diciendo que hemos perdido la confianza en nosotros mismos y nuestras habilidades para alcanzar una meta, mientras que el fracaso, es el hecho de que no logramos concretar una meta, pero esto no significa que sea imposible, o que no seamos capaces de intentarlo de nuevo.
Cuando hablamos del fracaso, hablamos de un evento, mientras que cuando hablamos de fracasado nos referimos a una actitud.
A nadie le gusta experimentar el fracaso, ciertamente, es frustrante y desagradable cuando depositamos todo nuestro esfuerzo, fe y recursos para alcanzar una meta, sin obtener los resultados esperados, sin embargo, el fracaso siempre es una oportunidad de volver a iniciar y evitar caer en los mismos errores.
El fracaso, nos brinda experiencia, nos enseña a ser más humildes y también nos ayuda a descubrir y desarrollar nuestras habilidades, en conclusión, lo que podría verse como tiempo y esfuerzo perdido, debería verse como una inversión que tarde o temprano rendirá sus frutos.
Así pues, quien busca el éxito debe aprender a aceptar el fracaso, y sobretodo aprender del, o de los muchos fracasos, puesto que seguramente nos topemos con algunos en el camino a nuestras metas. Una vez que esto logra verse es posible trabajar la actitud ante el fracaso.
Toma en cuenta que muchos fracasos juntos no te vuelven un fracasado. Entre 1878 y 1880, Edison trabajó en al menos 300 teorías con miras a desarrollar una lámpara incandescente eficiente.
Thomas Alva Edison respondía cuando le cuestionaban la cantidad de intentos:
«No fueron mil intentos fallidos, fue un invento de mil pasos»
Estar ante una serie de fracasos en perspectiva suelen hacer olvidar los aciertos.
¿Realmente para nada eres bueno?
¿Realmente jamás te ha ido bien el algo?
Lo primero que debemos hacer es aceptar el fracaso como un obstáculo, pero no el fin de nuestros esfuerzos. Aquellos que finalmente alcanzaron el éxito, es generalmente porque tuvieron que enfrentarse a muchos fracasos y decidieron perseverar a pesar de este.
- Permítete identificar cómo te hace sentir el fracaso y cómo te afecta para conseguir tus metas
- Analiza las opciones que tienes para solucionar tu situación de fracaso
- Asegúrate de que realmente deseas esa meta, de esta forma, tendrás menos conflictos internos a la hora de actuar
- Evita compararte con otras personas, y tus metas con las de los demás, cada uno de nosotros tiene su propio ritmo y cada paso, es importante
- No subestimes tus logros.
- Busca ayuda de aquellos con los que sabes que puedes confiar para superar un evento
- No dejes que el fracaso determine tu futuro, analízalo y trata de identificar tus errores
Sobreponerse al fracaso no es simple, ni sencillo, pero dependerá de nuestra autoestima y al menos hacer un alto para trabajar en ella, si nos sentimos seguros de nosotros y confiamos en nuestras habilidades, lo más seguro es que cada fracaso será una lección que más tarde nos llevará a cumplir nuestras metas.
Por lo que lo más importante, es tener una actitud positiva, y ver así una oportunidad incluso en el peor de los escenarios, “esta vez no lo conseguí, pero la siguiente vez, voy a hacer esto diferente”. Este aprendizaje es invaluable, y es por ello que quienes perseveran finalmente consiguen el éxito anhelado.
Además, el fracaso nos permite ver, que tanto deseamos alcanzar una meta, si estamos dispuestos a luchar, es porque seguramente es algo que deseamos de todo corazón, sino por otro lado, creemos que no vale la pena volver a intentar, es porque realmente no lo anhelamos tanto, lo que nos permite identificar que “sí” queremos, así que recuerda, rescatar siempre el lado positivo, superar ese fracaso, y empezar de nuevo.