Todos conocemos las estructuras normales de las organizaciones tradicionales, que incluyen la toma de decisiones centralizada, la burocracia y largos tiempos para tomar decisiones y actuar.
Sin embargo, hay una nueva tendencia llamada organizaciones basadas en equipos, que quizás ya conozcas y que están funcionando de manera excelente en grandes empresas como Google y Apple. Básicamente, estas organizaciones dividen los entregables por proyecto entre un grupo de personas.
Por supuesto, existen casos en los que se pueden encontrar híbridos entre la estructura tradicional y las organizaciones basadas en equipos.
Aunque es cierto que para que las organizaciones basadas en equipos funcionen se necesita un gran liderazgo y otras habilidades importantes, también está comprobado que los equipos pequeños y autogestionados son los que entregan soluciones más rápidas y, en ocasiones, mejores que las estructuras tradicionales, tanto para los clientes como para las organizaciones mismas.
Estas organizaciones basadas en equipos cuentan con grandes líderes que no temen tomar decisiones difíciles, establecer alcances, métricas y estándares, pero también tienen este lado humano que permite equilibrar el trabajo y la vida personal para lograr un balance para todos. La construcción de equipos es tanto un arte como una ciencia, como señaló Glenn Lopis en su artículo de Forbes:
Construir empresas requiere el conocimiento necesario para formar equipos duraderos. Por eso la mayoría de los gerentes nunca se convierten en líderes y la mayoría de los líderes nunca alcanzan la cima del éxito en el liderazgo. Requiere la habilidad de dominar el ‘arte de las personas’ y saber cómo manejar a cientos (si no miles) de personas en el lugar adecuado y en el momento adecuado. Implica conocer cómo piensa cada persona y cómo aprovechar mejor sus competencias en todo momento. Es como jugar una partida de ajedrez continua, sabiendo que cada movimiento erróneo puede costarle a la empresa cientos de miles, si no millones de dólares (pregúntale a BP y Enron)
Sabiendo esto, las organizaciones están reconociendo que la estrategia basada en equipos ayuda a mejorar la empresa en áreas relacionadas con la innovación, el crecimiento, el desempeño y los resultados.
Las organizaciones ya no se enfocan únicamente en la optimización de procesos y productos, sino que también están añadiendo el enfoque de encontrar formas de crear una mejor experiencia para los empleados, diseñando recorridos personalizados, atractivos y significativos para ellos.
Al implementar recorridos centrados en las personas y al enfocarse en los resultados en lugar de métricas como el tiempo que los empleados pasan en la oficina, las vacaciones, etc., las empresas están logrando impulsar el compromiso y la colaboración desde adentro. Los clientes, a su vez, pueden notar no solo mejores resultados, sino también una experiencia mejorada para ellos.
Según un estudio de Deloitte, el 38% de las empresas y el 24% de las grandes corporaciones (con más de 50,000 empleados) han dejado atrás las estructuras funcionales tradicionales para adoptar redes dinámicas basadas en equipos.
¿Y tu organización? ¿Ya ha hecho la transición? ¿Está aprovechando los beneficios de una estructura organizacional basada en equipos en el lugar de trabajo?