El camino del emprendimiento es emocionante y está lleno de desafíos. Sin embargo, es fácil tropezar con dos errores comunes que, a menudo, cometen los emprendedores al dar sus primeros pasos en el mundo empresarial. Estos errores, si no se corrigen desde un inicio, pueden llegar a ser catastróficos en el futuro. Te
comparto cuáles son y cómo evitarlos para construir un negocio sólido y próspero desde el principio.
Uno de los más comunes, que suele darse especialmente para quienes están emprendiendo por primera vez, es mezclar sus finanzas personales con las de su negocio. Esto puede parecer conveniente en primera instancia, pero a largo plazo puede convertirse en una pesadilla financiera.
Separar las finanzas personales de las del negocio es fundamental, ya que permite llevar una contabilidad precisa, misma que brinda la claridad financiera necesaria, tanto de la empresa como del emprendedor, para la buena toma de decisiones y para el cumplimiento de las actividades legales y fiscales del negocio. Además, la
transparencia en los números, podría facilitar el financiamiento externo.
Mi recomendación es que en el momento en el que se cree un negocio, también se abra su cuenta de banco. Esto ayudará a mantener un registro claro y organizado de todas las transacciones relacionadas con la empresa.
El segundo error es que muchos emprendedores no se asignan un sueldo. A menudo, esto se hace bajo la justificación de no querer perjudicar al negocio, sin embargo, esta mentalidad puede ser contraproducente. Mientras que no tener un sueldo en las primeras etapas del negocio es común, no es recomendable, ya que toda actividad empresarial debe ser retribuida para generar una dinámica saludable.
Es crucial entender que los ingresos generados por el negocio son propiedad de la empresa, no del emprendedor. Por tanto, la única forma de obtener una parte de estos ingresos es a través de un salario.
Las principales razones para ejecutar esta práctica son:
1. Si quien emprende tiene sus necesidades personales básicas cubiertas, podrá enfocarse y dedicarle la energía necesaria al negocio y no distraerse buscando otra actividad para complementar sus ingresos.
2. Permite evaluar con precisión la rentabilidad de la empresa. Sin esta remuneración sería más difícil determinar si el negocio realmente está generando ganancias, ya que no se sabría si los ingresos se utilizan para cubrir gastos personales o del negocio.
3. Se crea una base sólida para la posibilidad de reinvertir el excedente en la empresa, lo que promueve un crecimiento sostenible.
Está claro que separar las finanzas personales de las del negocio y ponerse un sueldo, son actividades fundamentales para el éxito de tu negocio, ya que brindan estabilidad personal y contribuyen a la sostenibilidad y al crecimiento a largo plazo de la empresa