La dinámica de los mercados se ha venido acelerando en los últimos años, la globalización y la presencia de los diversos tratados de comercio entre las naciones ha impulsado a las industrias a fortalecer sus cadenas extendidas de suministro. Desde una perspectiva general, esta dinámica en México no es muy diferente a lo que se observa en otras latitudes, la alta actividad de la industria es evidente.
Muchas inversiones continúan aterrizando en México y Latinoamérica, inversiones que llegan desde Europa, de Asia y, desde luego, Estados Unidos, siendo de esta última procedencia las que vienen retomando fuerza conforme los desafíos enfrentados durante la pandemia COVID, y la posterior crisis, continúan siendo superados. Durante 2020, las inversiones de procedencia estadounidense se vieron influenciadas por la situación sociopolítica y socioeconómica por la que atravesó el país norteamericano, muchas empresas optaron por hacer una pausa para revisar, y replantear, bien la toma de decisiones en cuanto a mantener o cambiar de estrategia.
La migración de tratados comerciales en Norteamérica sigue tomando forma, mientras que algunas empresas se replantean nuevas estratégicas, hay otras que ya han comprendido las nuevas reglas del juego y procedido a sacar el mejor provecho. El nuevo tratado comercial, T-MEC, es un cambio de mentalidad hacia el cual los 3 países participantes, México, Estados Unidos y Canadá, deben evolucionar para asegurar el constante crecimiento de sus respectivas economías, especialmente para optimizar el abastecimiento de su propio consumo interno de productos. Anteriormente con el TLC, la creación de un bloque interno de comercio, entre los tres países, abrió muchas oportunidades para el desarrollo y crecimiento de las industrias en México, a la vez que países asiáticos y europeos encontraron una puerta de entrada al mercado de Estados Unidos, al lograr obtener beneficios al ingresar sus productos de manera indirecta, o disfrazada, a través de México, al reducir impuestos de entrada y restricciones, entrando como un producto hecho, o ensamblado, en México.
Ahora con el T-MEC es distinto, porque este nuevo tratado comercial se plantea considerando a los tres países como un solo bloque, una misma entidad ante la vista del resto del mundo, incentivando el apalancamiento entre los tres países para crear una cadena de valor robusta, que permita satisfacer el consumo interno y exportaciones de manera óptima. El T-MEC, en papel y teoría, es una promesa comercial que puede traer beneficios si las partes, y los acuerdos, funcionan de manera óptima. Conforme se avance en la práctica del tratado se realizarán ajustes que permitan convertir esa teoría en una realidad.
Las empresas dentro del bloque proceden a regenerar sus estrategias basándose en los beneficios que cada país ofrece, estableciendo una balanza al trabajar en una plataforma igualitaria (los 3 países) en ciertas industrias, como un bloque, para lo cual las empresas que están invirtiendo analicen la mejor manera de aprovechar los posibles beneficios, de encontrar el avance tecnológico, la capacitación, y los demás factores que permitan apostar al futuro de ellas mismas.
La inversión destinada a centros de desarrollo en México, de empresas extranjeras, sigue en aumento al ser evidente las capacidades que existen en el país, que las universidades han venido transformando la educación superior para formar profesionistas capaces de impulsar la innovación. El desarrollo de nuevos productos de empresas extranjeras en México ha sido un tema de impacto positivo en las inversiones, al encontrar las empresas solidez en las capacidades, y experiencia, de los profesionales locales, que inyectan tranquilidad a la mitigación de los riesgos correspondientes. Aunque también existen empresas que buscan únicamente la maquila de productos con un bajo costo, existen casos de estas que cambian de estrategia para empezar a desarrollar nuevos productos junto con un legado de innovación.
Por otra parte, hay muchas empresas mexicanas que también están invirtiendo en Estados Unidos y Canadá, expandiendo sus operaciones para ofrecer un mejor servicio a sus mercados, llevando calidad, cultura de trabajo y resultados que marcan una diferencia tangible a los beneficios de sus respectivos clientes. La innovación no es ajena para las empresas que extienden sus alcances y afinan sus alianzas estratégicas con socios comerciales. Dar un buen servicio es sinónimo de crecimiento mientras que ser innovador es sinónimo de alta calidad. El éxito internacional nunca es una casualidad.
Las estrategias internacionales son esenciales para el mejor aprovechamiento de los tratados, alianzas y desarrollo de las empresas, con dinámicas que van de acuerdo con sus respectivas industrias y mercados. La participación de las asociaciones, clústers, cámaras de comercio e instituciones, juegan un papel integrador que, por lo general, su misión principal es ser facilitadores de colaboración en beneficio de sus agremiados y de la industria correspondiente en general, para fortalecer los mercados.
El panorama general de la industria en México es muy alentador y prometedor, las inversiones continúan marcando la pauta de la recuperación económica, a la vez que la expansión de algunos mercados, bajo este nuevo tratado comercial, refuerzan la oferta que el país ofrece en cuanto a recursos profesionales, talento, capacidad de innovación y, sobre todo, una plataforma de crecimiento sobre la cual las empresas pueden edificar estrategias de negocio sólidas.