El éxito no es un estado permanente acorde a Churchill quien afirma que “consiste de ir en fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo” ya que se necesita aprendizaje, resiliencia y perseverancia en todo momento.
Durante todo el año se presentaron desafíos que pusieron a prueba la capacidad de adaptación de cada uno, seguramente hubo proyectos que no se pudieron llevar a cabo, otros que tuvieron que cancelarse y otros que terminaron no como se hubiera querido. Sin embargo, también hubo muchos que si se lograron y fueron un rotundo éxito. Desgraciadamente, no hay manera de controlar lo que la vida nos depara y las metas que se estipulan a corto plazo pueden no cumplirse, es por eso la importancia de mantener un equilibrio y ser firmes con nuestras decisiones.
Cada día es un aprendizaje y está en nosotros identificar las cosas que ayudan a crecer o que solamente estorbaron en el desarrollo profesional, siempre tomando en cuenta que cada paso que damos implica un esfuerzo de nuestra parte dando como resultado un conjunto de logros que nos convierten en una mejor persona.
El éxito suele ser efímero, una vez logrado el obstáculo hay que trabajar para mantenerlo o superarlo, es un camino que nos va guiando a complementar las metas que nos hemos propuesto. No todo el éxito es visible a los demás, parte de eso se demuestra en nuestras acciones y maneras de actuar frente a los otros, ya que para eso debimos haber seguido un proceso mental que nos llevó a una correcta o incorrecta toma de decisiones.
La resiliencia es un factor clave en este camino, el adaptarnos a las distintas circunstancias que día a día se presentan sin previo aviso habla de la actitud de las personas, de esa capacidad de estar abierto a cambios que sean beneficiosos ya sea individual o de manera grupal, procurando siempre y cuando sea algo positivo.
Hay que establecer metas a corto y largo plazo, cuando se tiene un plan sobre el cual se pretende trabajar existe un mayor compromiso, al visualizar los resultados se puede tener una idea de lo que se quisiera lograr con ese esfuerzo. Claro, habrá que hacer algunos sacrificios de vez en cuando, pero eso es parte del camino, nada se logra de un día para otro, y de esa manera se podrá mantener un equilibrio.
Como cada año siempre habrá cosas nuevas, será clave innovar, hay que analizar las tendencias que el mercado nos presenta para ver que tan viables son, cabe aclarar no lo que le funciona a uno necesariamente también lo hará con otro. La tecnología nos irá guiando hacia donde debemos dirigirnos, y una vez que identifiquemos cual es la herramienta adecuada que hará crecer a la empresa y a las personas podremos impulsar de manera exitosa el plan de trabajo, de esa manera será más sencillo fortalecer el negocio.
Reinventarse no es tarea fácil, requiere toda una planeación estratégicamente diseñada, y un compromiso que debemos cumplir detalladamente, teniendo siempre presente que solos no se llega a la meta. Debemos trabajar ya sea en alianzas y/o hacer networking, conocer más gente que pueda ser nuestro partner o en su defecto nuestro cliente, solamente se logra de esa manera.
Cada año es una nueva oportunidad para reinventarse, aprender de las experiencias vividas y estar dispuestos a mejorar todo aquello que no salió como esperábamos. Definir metas con el firme propósito de cumplirlas, nadie llega a la cima por suerte, hay un esfuerzo atrás que nadie ve por enfocarse en el resultado final y precisamente de eso se trata el éxito, de ser capaces de ver lo que aprendimos y como le hacemos para superarnos. ¡Con metas claras, mentalidad positiva y un compromiso este año puede ser tu momento para alcanzar el éxito!