Los líderes que comparten historias reales son capaces de transmitir sentimientos, experiencias e ideales y conseguir una cierta cercanía con sus oyentes. Por el contrario, los líderes que utilizan historias fabricadas, reforzadas, maquilladas o peor aún simplemente inventadas, son percibidos como manipuladores, deshonestos, no dignos de ser confiados y mucho menos seguidos.
En este mundo cambiante y rápido los líderes tienen que estar comunicando muy seguido a su equipo una cantidad muy grande de ideas, los responsables de que la gente crezca es una parte el empleado, otra el jefe y otra la cultura laboral. Si faltan uno de esos tres la persona no va crecer, si falta el entusiasmo personal por aprender no va crecer, si falta un jefe que te ayude a detectar oportunidades y desarrollarlas no vas a crecer pero también si estás en una empresa donde no se le pone atención a eso, no hay presupuesto para temas de capacitación, no hay una cultura de crecimiento y desarrollo igual y puedes sobrevivir si tienes un buen jefe, pero esa motivación interior, ese jefe que esté preocupado por tu desarrollo y una cultura que te ayude a crecer es importantísimo.
El mundo y el entorno cambian tan rápido que tú planeas y en seis meses ya cambiaron por completo las circunstancias, ya cambió el mercado, ya subió el dólar, surgió un competidor, etc… Entonces en vez de planear, lo que las empresas tienen que desarrollar es una capacidad de probar distintas soluciones o cambios, recibir feedback rápido de los clientes involucrados en el cambio, y luego probar otras soluciones, tener planes un poco más a corto plazo y estar haciendo pruebas para ver qué funciona y qué no funciona. La razón número uno de que los proyectos no funcionen es que hay resistencia al cambio, la cual se da principalmente por que los líderes no logran establecer una urgencia de cambio, no logran hacerle ver a los demás que hay una necesidad por cambiar.
La proactividad o falta de proactividad dice mucho más sobre el éxito o el fracaso que la misma imagen. Muchas personas no tienen la mejor imagen pero por ser tercas, creer en algo, ser muy apasionadas y muy convencidas de lo que traen en mente van a hacer lo posible por que su idea salga adelante. La primera impresión es muy importante pero no es determinante, importa más ese empuje de “si no tuve una buena primera impresión, cómo le hago para tener una buena segunda impresión”.
El carisma es una cosa con la que naces, pero el ser claro, memorable e inspirador es una cosa que puedes adquirir, es importante se haga una labor muy fuerte de escuchar, co-crear, involucrar a todos los de tu equipo para ver qué es lo que tienen en mente y crear la solución entre todos.