Las empresas exitosas tienen que hacer más que pagar un buen salario. Se centran en crear y desarrollar personas exitosas, personas líderes. Para eso, se necesita generar un entorno adecuado, creando un entorno de crecimiento continuo. A través de las personas es cuando se ejecuta la estrategia de la organización, para que la cultura laboral no se coma los planes y los proyectos empresariales.
Para iniciar con un entorno de crecimiento continuo, primero tienes que identificar a los líderes, que no necesariamente son los que tienen el título de «Gerentes o Supervisores». En definición, el liderazgo es influir en los demás, y cada persona tiene ese poder.
Por ejemplo, cuando estás en familia y deciden salir a comer, hay alguien en el grupo que propone opciones. Existe alguien que, de manera determinante, decide qué y dónde comer de manera puntual. O cuando estás con la pareja y deciden ir al cine, eligen algún tipo de género cinematográfico. Estás ejerciendo liderazgo para una toma de decisiones y se genera una persuasión. Esto es liderazgo. En el área laboral, las personas que toman la iniciativa en un proyecto, que eligen organizar algún evento dentro del departamento, o que influyen de manera positiva o negativa en el equipo de trabajo para ejecutar alguna tarea, están ejerciendo liderazgo. El liderazgo es influencia, y todos los días lo ejercemos en la familia, con la pareja, con amigos y en nuestro entorno diario.
Hablar de liderazgo es hablar del autoliderazgo, donde se inicia con un viaje de autodescubrimiento y trabajo continuo con uno mismo, ya que no puedes liderar a otros si no te lideras a ti mismo.
Una de las diferencias sutiles del liderazgo versus un «jefe» es centrarlo en las personas, ya que no es lo mismo decir «tengo gente que trabaja para mí» o decir «tengo gente que trabaja conmigo«. Ahí radica uno de los grandes principios para generar un trabajo de equipo verdadero, ya que eso se permea desde el líder.
Una de las grandes responsabilidades de un líder de equipo es identificar en cada una de las personas del equipo estas dos vertientes:
- Colocar a su gente en la zona de fortaleza.
- Descubrir sus habilidades.
Estar en tu poder es estar en tu fortaleza, es decir, donde te encuentras en la mejor ubicación en tu carrera laboral para tu crecimiento profesional. Por ese motivo, es crucial, cuando contratas a alguien, lograr identificar esas competencias de la persona y colocarlos en el mejor puesto laboral acorde a sus habilidades.