- El territorio mexicano es uno de los más expuestos a eventos climáticos, desde huracanes hasta terremotos.
- La falta de mantenimiento y de visibilidad del estado de los activos impide que las empresas reaccionen a tiempo para realizar las reparaciones pertinentes.
El cambio climático es cada vez más visible: temporadas de huracanes más largas y devastadoras, inundaciones, altas temperaturas, tormentas eléctricas y sequías son parte del panorama que hoy se vive en diferentes partes del mundo y que afectan tanto a hogares como a negocios.
“Si bien los daños y preocupaciones principales están en los hogares y en ofrecer protección a la población vulnerable, también los negocios padecen estos efectos y hemos identificado que, aquellos que no ofrecen un mantenimiento a sus activos, elevan peligrosamente el riesgo de perder equipo y maquinaria”, dice Tomás Allen, VP Sales Latam de Fracttal, plataforma líder en mantenimiento predictivo para diferentes industrias.
México es uno de los países con mayor riesgo catastrófico; el 45% del territorio está expuesto a inundaciones, mientras que 40% está calificado como zona sísmica.
Asimismo, se calcula que 81% de los sucesos que provocaron daños catastróficos están relacionados con inundaciones, viento y huracanes.
Un ejemplo reciente sucedió en Acapulco, donde tras el paso del huracán Otis, en 2023, prácticamente 8 de cada 10 negocios de la localidad sufrieron algún tipo de daño.
Por otro lado, menos de 3 de cada 10 negocios en México cuenta con una visibilidad permanente del estado de su maquinaria, de ahí que los cambios de voltaje provocados por una tormenta eléctrica, la humedad que se infiltra tras una inundación o el sobrecalentamiento de los equipos a causa de una ola de calor pasan normalmente desapercibidos.
“Las nuevas tecnologías nos permiten saber, en tiempo real, si hay riesgos para los equipos causados por las tomas de energía o por un calentamiento anormal, los cuales pueden acelerar el desgaste de piezas internas o llegar al límite de ocasionar un cortocircuito”, explica Allen.
De acuerdo con la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), de Estados Unidos, el 40% de las empresas que se ven obligadas a interrumpir sus servicios por un desastre natural no vuelven a abrir, y el 25% fracasa en un periodo de un año.
“Contar con un seguro ante desastres es fundamental, sin embargo, no todos los daños son cubiertos por un seguro. Por ello, el mantenimiento se debe institucionalizar e integrar a plataformas conectadas que brinden reportes oportunos sobre cómo se encuentran los activos”, subraya el especialista.
Allen destaca que los equipos son cada vez más complejos; por ejemplo, hoy se utilizan más robots en las manufacturas, equipos de cocina con múltiples funciones en restaurantes y hoteles, e incluso equipos hospitalarios que son simplemente imposibles de desconectar ante un desastre natural.
“Por ello, necesitamos saber si los diferentes componentes están trabajando adecuadamente, si hay humedad dentro del equipo o si se requiere de una limpieza tras el paso de un evento climático”, puntualiza.
El especialista sugiere considerar el riesgo climático incluso en la gestión del almacén, pues contar con las refacciones de forma oportuna ayudarán a crear programas de reparaciones eficientes.
Lo más importante para las empresas de cualquier sector es contar con una estrategia para regresar a la actividad lo antes posible y, de acuerdo con el experto, esto es imposible si no se cuenta con una visibilidad total del mantenimiento de los equipos que pueda establecer las áreas críticas, así como determinar y clasificar las causas potenciales de las fallas en los sistemas.