En los últimos diez años he tenido la oportunidad de sumergirme en el ecosistema emprendedor en el que he conocido a muchísimos emprendedores: cada uno con su historia, con sus motivos, con sus retos, con sus logros y, ni se diga, con sus negocios o ideas en potencia. A pesar de tener perfiles tan variados, tenemos algo en común: el profundo entendimiento de que emprender es complicado. Por ello considero importante que, cada vez que podamos, compartamos entre nosotros información de valor para el desarrollo de nuestras empresas y, así, hacernos el camino un poquito más fácil.
Es por ello que quiero hablarte de las etapas por las que pasa un emprendimiento que, para mí, han funcionado de maravilla para entender en dónde se encuentra parado, cuál es su objetivo en ese momento y sus principales necesidades. Como consultora de negocios, entenderlo me brinda mucha claridad para saber cómo proceder ante determinada situación y, como emprendedora, me ha funcionado como guía para definir mis prioridades y saber cómo ir construyendo mi imperio un paso a la vez.
#1 Ideación
Como bien dicen: “se empieza por el principio” y eso es lo que hacemos: lo primero es generar ideas e identificar oportunidades de negocio en el mercado. Mi herramienta favorita de todos los tiempos es el Business Model Canvas (no me canso de recomendarlo) y te vendrá súper bien para ir definiendo la idea de tu empresa.
#2 Desarrollo
En la etapa de desarrollo nuestro objetivo es investigar la idea potencial y comenzar su planificación: darle un sentido a lo que buscamos crear. No te olvides de hacer una investigación de mercado, analizar a la competencia, evaluar los riesgos y comenzar a crear tu estrategia empresarial. Una herramienta poco utilizada que me gusta mucho es el Gap Analysis. En este punto es fundamental considerar la inversión a realizar y su fuente de financiamiento que pueden ser tus ahorros personales, de familiares y/o de amigos, inversionistas o préstamos bancarios.
#3 Validación
Teniendo una idea en forma, lo más importante es revisar su factibilidad, si se puede hacer o no, y validarla con el mercado, si satisface la necesidad de mi cliente ideal o no. La herramienta por excelencia para esta etapa es un MVP (producto mínimo viable): lanzar la versión más sencilla de tu producto/servicio, es increíble para obtener retroalimentación de tus clientes potenciales y hacer los ajustes necesarios para su mejora. Te recomendaría ir armando tu plan de negocios a la par.
#4 Crecimiento
Una vez que tengamos el negocio en forma, con estructura y sabiendo que funciona, nuestro objetivo se transforma en incrementar la cartera de clientes y la rentabilidad. Sería muy aventurado de mi parte compartir una sola herramienta, dado que en esta etapa lo importante es identificar lo que tu empresa necesita para trabajar en su desarrollo continuo, creando estrategias específicas que te permitan atraer y retener clientes, expandir el alcance de tu empresa, mejorar tus productos y servicios y crear alianzas y colaboraciones estratégicas.
#5 Consolidación
Ya que tu negocio haya alcanzado un buen nivel de estabilidad y de rentabilidad, tu meta principal será mantener y consolidar la posición que tienes en el mercado y deberás tener los ojos bien abiertos para explorar nuevas oportunidades de mercado. En esta última etapa es importante mantener la optimización de
operaciones, mejorar la eficiencia y buscar, cada vez, ser más sostenible.
Cada negocio tiene su contexto y su historia particular, por lo que identificar la etapa en la que se encuentra es fundamental para poder crear estrategias que sean adecuadas para tu empresa, con procesos eficientes y planes de acción efectivos. ¡Te invito a explorarlas!