La evolución de la colaboración hombre-máquina es una realidad que no podemos evitar, la innovación y la eficiencia se entrelazan para impulsar el progreso. Las tecnologías han reemplazado algunas tareas que antes se hacían por los humanos, facilitando la productividad de las empresas, sin embargo, nos estamos enfrentando a una problemática muy fuerte, que es la falta de humanismo. Al contrario de lo que se pudiera pensar, no es algo malo; pero sino se usa de manera adecuada, nos vamos a convertir en robots humanos, sin sentimientos, sin ideas y enfocados en terminar nuestras labores de manera rápida, dadas las “facilidades” que la tecnología nos otorga.
Nuestra capacidad para crear y adoptar tecnología se convierte en un reflejo de nuestra propia evolución, impulsando el potencial humano hacia nuevos horizontes de descubrimiento y desarrollo. Está marcada por una interacción constante y evolutiva, desde las herramientas primitivas usadas por los primeros homínidos para pasarnos a las grandes civilizaciones con el desarrollo de estrategias de supervivencia como consecuencia del crecimiento de las poblaciones. La edad media con el renacimiento trajo consigo el resurgimiento por el interés a lo que ahora nos ha llevado a donde estamos, la ciencia y la tecnología, revolucionando la difusión del conocimiento, con la aparición de la revolución industrial y estar en lo que llamamos ahora como la era digital con el auge tremendo de la inteligencia artificial.
Los beneficios con la colaboración de la inteligencia artificial en los lugares de trabajo son muy buenos, la productividad aumenta de manera significativa si se es lo suficientemente eficiente con las tareas que son repetitivas, dándoles a las organizaciones la oportunidad de centrarse en tareas que tengan un mayor valor agregado garantizando que los productos y servicios cumplan con los estándares de calidad establecidos, logrando una mayor satisfacción del cliente y una mejor reputación de la empresa. La flexibilidad del trabajo remoto se vuelve imprescindible, así como la comunicación inmediata y ni que decir de las tecnologías de análisis de datos recopilando, procesando y analizando grandes cantidades de información a velocidad luz. Los costos operativos se reducen con la optimización de procesos y al final tanta innovación nos lleva a un nivel alto de competitividad.
Sin embargo, como todo, tiene sus desafíos, empezando por los costos iniciales que pueden requerir de una inversión significativa y siendo el primer paso muchas veces suele ser una barrera que sino le damos su valor nos vamos quedando atrás mientras otros sacan provecho de manera mas eficaz. La resistencia al cambio siempre será un impedimento, no todos están abiertos a esto siendo crucial la integración de hombre-máquina. Además, se debe reforzar la seguridad de los sistemas y la privacidad de los datos, cada vez es más común el robo de información, las extorsiones a las empresas a cambio de su valioso tesoro se han vuelto un problema.
No todos los empleados cuentan con las habilidades necesarias para colaborar con la tecnología, el trabajo en equipo, así como se requiere entre humanos es importante saber hacerlo con las máquinas de la mano de conocimiento técnico, no debemos dejar de lado las necesidades y perspectivas de los demás. Actualmente, se requiere de un pensamiento crítico donde tengamos la capacidad de resolver los problemas, así como saber adaptarnos al aprendizaje continuo, la creatividad será una pieza clave en nuestro desenvolvimiento y al tener tantas herramientas, se espera seamos capaces de gestionar el tiempo de manera más efectiva.
La automatización está dándole una nueva perspectiva al trabajo, el impacto que tiene en la sociedad es enorme y si sabemos adaptarnos veremos como esta colaboración entre hombre-máquina puede ser muy beneficiosa para todos, tenemos las habilidades para adaptarnos a los cambios, pero es importante recordar que no hay que perder nunca la ética, los valores fueron, son y serán siempre lo que hace a una empresa, un gran equipo.