Hoy día hablar de los términos de activo y pasivo es común no solamente en áreas de Contabilidad, Económicas y/o Financieras. Más allá de considerar que ambos términos son componentes del balance general o de situación financiera en las empresas, de forma simple podemos decir que el activo es lo que las empresas tienen y el pasivo lo que las empresas deben.
Para el caso que nos ocupa, tener una postura activa/pasiva frente a los riesgos de nuestro negocio implica mucho más que saber lo que las empresas tienen, pueden llegar a tener y/o lo que puede llegar a perder.
¿Cuántas veces hemos escuchado la frase “Información es poder”? La información es uno de los activos fundamentales en las empresas, es por esto que debemos tener mecanismos para tratarla y sacarle el mayor provecho.
Contar con políticas, procedimientos, guías, etc. establecidas para asegurar que los objetivos de negocio se logren y que las estrategias para mitigar riesgos sean ejecutadas, es de vital importancia.
Aún y cuando sabemos de la importancia de tener información veraz y oportuna, el tener una postura activa o pasiva frente al Riesgo puede hacer la diferencia en cuanto a tener una empresa sana y con potencial de crecimiento o bien tener una empresa desordenada y con un futuro incierto.
En publicaciones anteriores he comentado la importancia e impacto del nivel cultural en América Latina. En cuanto a prevención de riesgos, tenemos una gran área de oportunidad ya que he podido ser testigo que los ejecutivos de distintos tipos de empresas (mayormente medianas y pequeñas) no consideran dentro de sus actividades prioritarias el invertir tiempo, dinero y esfuerzo en la implementación de metodologías que les permitan gestionar, evaluar y controlar sus riesgos de manera proactiva.
Es común escuchar que mientras no se materialicen los riesgos, sus controles son efectivos y no es necesario gastar en metodologías, servicios de consultoría y/o actividades innecesarias.
Lo lamentable es que algunas de estas empresas han quedado en la historia como buenos ejemplos de lo que considero una postura pasiva frente al riesgo, ya que por no tomar acción a tiempo respecto a una adecuada gestión y evaluación de riesgos y su ambiente de control, hoy no existen más.
Una postura activa frente al riesgo es dinámica y permanente, no tiene espacio de descanso y requiere de atención y capacitación continua. Diversas firmas de consultoría cuentan con personal calificado y con experiencia en la implementación de Metodologías de Evaluación y Gestión de Riesgos y Controles teniendo como objetivo el apoyar a las empresas al cumplimiento de sus planes de negocio y crecimiento bajo un entorno controlado.
Es fundamental el crear conciencia y trabajar en el establecimiento de una cultura/postura activa frente al riesgo, con ello podremos trascender y ofrecer estabilidad económica, laboral y calidad de vida a los miembros que conforman nuestra empresa/equipo de trabajo.