Imaginemos que entras a un concurso de chefs, donde hay un gran premio. El reto es elaborar los platillos más originales y deliciosos. Estás ya en tu cocina esperando a que te den toda una gama de ingredientes y utensilios de cocina para comenzar tu creación.
Llega un carro de esos con rueditas que usan en los hoteles, y te dan una pechuga de pollo, sal, pimienta y salsa inglesa. Sí, es todo… ¡Comienza tu gran creación!
¿Difícil?, ¿imposible? ¿Qué tantos platillos y sabores exóticos podrías hacer con estos tres elementos?
Justamente esta es una analogía de cómo puedes pretender ser creativo o innovador este año si no cambias tu estilo de vida, la forma en cómo te planteas las cosas. Atrévete a responder estas preguntas sinceramente:
- ¿Cuándo fue la última vez que leíste un libro diferente que te retara a replantearte nuevas formas de ver tu vida y tu trabajo?
- ¿Cuándo fue la última persona no de tu círculo que conociste con quien tuviste una plática diferente?
- ¿Cuándo fue la última vez que te atreviste a vestirte y/o peinarte diferente?
- ¿Cuándo fue la última vez que cambiaste, mejoraste algo en tu trabajo que llevas haciendo igual hace mucho tiempo?
- Cuándo fue la última vez que te preguntaste ¿por qué sigo haciendo esto de la misma manera?, ¿habrá otra forma de hacer las cosas?
¿Qué tiene que suceder para que tu cerebro de ayude a crear algo nuevo, a innovar?
¿Un milagro?… ¡No!, es preparar a tu cerebro y darle la motivación e información necesaria.
Antes de continuar con el proceso cognitivo, aclaremos la diferencia entre creatividad e innovación.
Creatividad es la generación de ideas originales, innovación es generar una idea creativa que agregue valor y llevarla a su implementación.
¿Por qué no todos son creativos o innovadores? ¿Qué tendrías que hacer para lograrlo?
No hay una receta, y también hay algo de esta habilidad en la genética, pero según los más recientes estudios en neurociencia sobre la innovación este es el proceso a grandes rasgos para que lo puedas hacer:
- Genera la necesidad y curiosidad sobre un tema en el que quieras innovar. Estimula la dopamina (neuroquímico de la voluntad) para que tu cerebro comience a ser curioso, hambriento de ideas y se motive a buscar.
- Investiga y llena de ideas y conocimiento tu mente sobre el tema. Habla sobre el tema con varias personas de diferentes áreas, lee, ve videos, documentales, ve cómo le han hecho otras empresas.
Esto irá generando en tu cerebro el proceso llamado: incubación.
- Crea el tiempo y espacios diferentes para pensar en tu innovación. Ve a una cafetería o restaurante diferente, escucha música diferente, camina en lugares inspiradores, dibuja, ten una aplicación o libreta siempre a la mano para apuntar ideas.
Al hacer estas tres actividades, dedica tiempo para pensar en cómo innovar y vendrá esa gran idea que necesitas. Inclusive puede llegar en un momento caminando, en el tráfico, haciendo ejercicio, bañándote etc. Una vez que tengas esa gran idea, trabájala, déjala “añejarse” y que la emoción se baje, para que en otro momento la puedas ver con mayor racionalidad con sus pros y desventajas.
Entre más repitas ese estilo de vida comenzarás a detectar que la creatividad e innovación se vuelve cada vez más fácil y parte de tu vida. Haciéndote diferente, más valios@ y más competitiv@.
Una vez que tengas ya tu idea bien aterrizada, comienza el proceso de innovación el cual implica analizar todas las posibilidades, recursos para la implementación, hacer un piloto, implementarlo, aprender de lo que pasó y mejorarlo.
Te recomiendo mucho ver este video de Design Thinking. Una metodología para innovar inteligentemente pensando en el usuario final.
No tengas miedo a cometer errores o a lo que muchos le llaman “fracaso”, tenle más miedo a una vida sin creación, gris y sin aportación verdadera.