Si alguien me entrevistara el día de hoy y, con base en el camino que llevo como emprendedora, me preguntara qué herramienta ha sido la más valiosa al momento de hacer negocios, sin duda alguna respondería: hacer networking.
Emprender me ha hecho pensar distinto, desarrollar aún más mi creatividad, pero, sobre todo, me ha llevado a salirme completamente de mi zona de confort. Porque desde ahorita te lo digo, conocer este lado de los negocios, requiere mucho, mucho esfuerzo.
Pero, antes de compartir los puntos clave de esta valiosa herramienta de la cual te quiero platicar el día de hoy, me gustaría contarte el cómo es que llegué a su descubrimiento.
Aún recuerdo que, cuando recién me gradué, una de mis mejores amiga me repetía continuamente que tener contactos era lo más valioso en el mundo de los negocios. Yo, como tenía muchas otras inquietudes que descifrar dentro del mundo laboral, no presté mucha atención. Así pasaron seis años hasta que tomé la decisión de comenzar un negocio propio. Y, como muchos otros emprendedores pensé: “¿A quién no le interesaría mi giro?”. [Por favor, como yo, nunca pierdan el optimismo].
No fue sino hasta que pasaron alrededor de dos años y medio que noté como tanto mi negocio, como yo, íbamos perdiendo fuerza. Y, otra vez, como le sucede a mucha gente que emprende, comencé a cuestionarme sobre la decisión que había tomado.
Fue así como decidí que lo mejor que podía hacer era analizar mi situación desde afuera. Es decir, viendo a mí negocio desde otra perspectiva. Con ello, me di cuenta que esta primera crisis realmente no tenía nada que ver con mi giro, ya que éste es atractivo y, además, me apasiona. También llegué a la conclusión de que nada tenía que ver con mi entusiasmo o mi creatividad. Y tampoco tenía relación con mi experiencia o credibilidad como empresa que ofrece un servicio. Entonces, ¿qué era?
Cuando fui invitada a un grupo de networking todo me hizo clic. Y, por ello, a continuación te comparto dos de mis grandes aprendizajes acerca de esta gran herramienta que no solo me abrió los ojos a mí, sino que le abrió las puertas a mi negocio de una manera en la que nunca imaginé.
Crea una red de contactos sólida
Sí, es muy bonito comenzar tu empresa y que tus familiares, amigos, tíos, hermanos o amigos de tus papás te contacten y, quizá, te contraten. Pero, una vez que estos contactos se terminan, ¿qué sigue? No se trata de poner todos tus esfuerzos en las redes sociales; aún cuando sean herramientas importantes, ni tampoco de esperar a que tu negocio sea recomendado de boca en boca. No. La labor más importante la tienes que hacer tú. ¿Cómo? Relacionándote con gente nueva y consolidando aquello que conocemos como una red de contactos.
Haciendo esto se abren muchas puertas. Conoces otro tipo de negocios sumamente interesantes que incluso pueden ser compatibles con el tuyo. Aprendes sobre el camino emprendedor de otros(as) empresarios(as). Y, sobre todo, aprendes a comunicar de una manera correcta aquello que ofreces, dándote a conocer y, sobre todo, teniendo la oportunidad de llevar esa relación a otro nivel, uno en donde el propósito sea concretar proyectos y hacer crecer tu negocio.
Calidad es mejor que cantidad
Recuerda que para crear una red de contactos no es necesario llenar a otros con tus tarjetas de presentación o invertir todo tu tiempo en hacer un intercambio de ellas.
Un punto muy importante para ti que estás emprendiendo, o estás por emprender, es tener muy claro que no todas las personas que conozcas son candidatos para tu negocio y que, con el tiempo, tú mismo aprenderás a identificar desde un principio quién sí está interesado realmente, quién sí tiene el capital para invertir en tu producto o servicio, quién quiere pasarse de listo e incluso, y no menos importante, con quién tú si quieres trabajar.
No es gratis, pero rinde grandes frutos
Bien dicen que en esta vida nada es gratis. Y el emprendimiento no es la excepción. Quizás en este punto pienses como yo cuando inicié: “¿Cómo se supone que voy a invertir si lo que necesito es generar ingresos?”. Y aquí es en donde yo te confirmo que para ver a tu negocio crecer, ¡sí es necesario invertir!
Y no hablo únicamente de invertir monetariamente, que también, sino en la inversión de esfuerzo al ponerte en los zapatos del cliente para entender aquello que realmente busca. Y, lo más importante, la inversión de tiempo. Entre más horas le sumes a tu negocio, más tiempo inviertas prospectando, conociendo y dando a conocer a tu empresa, más posibilidades tienes de que tu negocio crezca.
Así que si me preguntas, en qué te recomiendo que hagas tu primera inversión, sin dudarlo te recomiendo que lo hagas haciendo crecer a tu empresa por medio del networking. ¡Éxito!