Soberbia:Creer que eres muy bueno en algo y no darle permiso a nadie que te argumente lo contrario.
La palabra soberbia proviene del latín (superbĭa) y significa que uno se valora por encima de los demás, presume de sus propias cualidades menospreciando normalmente las ajenas.
La soberbia se presenta cuando en repetidas ocasiones la fórmula que tomas para tener un resultado te ha confirmado que tienes razón en que eres muy bueno en lo que haces (inclusive en algunos casos mejor que los demás ), hasta que un día no te sale esa fórmula y entonces te inventas que eres muy bueno en eso que haces y no te das a la tarea de ver que paso para no obtener el resultado (¿para que si la fórmula siempre funciona?).
Al no dar permiso a que alguien te demuestre que tu fórmula no es infalible , te privas de desarrollar tus resultados al máximo, así como de maximizar tus procesos y de todo lo que tenga que ver contigo. La retroalimentación es la mejor de las herramientas que puede existir al relacionarte con la gente, ya sea de forma profesional o de forma personal.
Mucha gente se toma la retroalimentación como una ataque personal o inclusive invalida la fuente de donde viene por no tener la altura que se requiere para poder dar la retroalimentación según el observador
(¿quién se cree que es para decirme…?).
Se requiere de humildad para poder acceder a una mejor versión de ti mismo día a día, o bien de Soberbia para creer que ya la eres. Una te permite crecer, la otra… sólo te permitirá creer que ya la eres en un mundo aislado que tristemente dejó de existir hace 2 segundos.
Enamorarse de la retroalimentación no es que los demás vengan a opinar lo que creen que ven de ti o tus procesos y creerlo todo. Es más bien, abrirte a recibir esa información y buscar entre lo que dicen aquello que te hace sentido para poder crecer.
En los diferentes roles de juego se podría ver así:
En un juego de Perder-perder.: No te digo nada, no permito que me digas nada.
En un juego de Perder-Ganar.: Invalido la contra parte y te digo todo lo que pienso
En un juego de Ganar-Perder.: No te digo nada, Sólo me doy permiso de escucharte.
En un juego de Ganar-Ganar.: Me doy permiso de decirte y te doy permiso de decirme.
En este último es muy probable que ambos ganen, ya que cada uno busca aquello que le haga sentido para su crecimiento y a su vez se permite ver y explorar las áreas donde su observador está haciendo referencia de retroalimentación.
Creer en la retroalimentación y permitirte darla y recibirla es abrir una puerta para tu crecimiento y el de los demás. Es estar comprometido a hacer espacios donde lo más importante es el crecimiento y no el tener la razón.
Muchas veces el fomentar la retroalimentación es tener la humildad de pedirla, más allá de tener la creencia de que tienes derecho a darla.
y tu ¿Te atreves a pedir retroalimentación a tus equipos de vida?
¿de quién si? de quién no? y lo mejor de todo:
¿por qué?