México es un país con un enorme potencial económico que ha sabido sacar ventaja de sus productos a nivel nacional e internacional. Con la intención de promover el poder adquisitivo y estimular el consumo de productos, en el gobierno de Luis Echeverría (1970 – 1976) se creó una iniciativa con el fin de desarrollar el crecimiento de la economía mexicana generando más empleos bajo el lema “Hecho en México”.
Más que una etiqueta es un compromiso de parte de los empresarios mexicanos que impacta en la calidad de sus productos, y ahora que se ven comprometidas las finanzas de las empresas por los recientes aranceles del gobierno de Estados Unidos hacia nuestro país (y muchos más), se ha relanzado la campaña que pretende darle más valor a lo que se hace en México.
“La campaña Hecho en México, está basada literalmente en productos hechos en tierras mexicanas, con mano de obra mexicana, con materiales mexicanos, salarios mal pagados, pero elaborados por empresas trasnacionales” afirma Ricardo Velázquez en El Sol de Puebla.
Debemos fortalecer la mano de obra mexicana para así impulsar y aumentar los niveles de competitividad de las empresas nacionales. De acuerdo con Murtha & Lenway (1994) la competitividad significa una fortaleza económica que tiene una empresa con respecto a sus competidores en una economía de mercado global en la cual los bienes, servicios, personas, habilidades e ideas se mueven libremente a través de las fronteras geográficas.
Algunas de las empresas que más han impactado el mercado mexicano son Petróleos Mexicanos (PEMEX) con un valor de 9,010 millones de dólares y un alza del 22% en su valor respecto al 2018, Claro (cuya propiedad es de la empresa América Móvil y que, está en posesión del Grupo Carso junto a Telcel, Telmex y Telesites, cuyo accionista mayoritario es Carlos Slim) con un valor de 5,931 millones de dólares y se encontraba dentro del ranking global en la posición 347 en el 2019, Corona con un valor de 4,006 millones de dólares lo que la lleva a tener un crecimiento del 17,2% respecto al año 2018, así como Telcel, Cemex, Bodega Aurrerá, Bimbo, OXXO, Gamesa, Banorte, entre otras. (a)
El lento avance en competitividad indica la necesidad de mejorar en áreas clave como la generación de energía limpia, el fortalecimiento del sistema de salud y una mayor inclusión financiera. Estos cambios no solo contribuirían al bienestar de la población, sino que también atraerían y retendrían talento, además de fomentar la inversión. ¿Son las empresas en México rentables en relación con sus competidores, producen bienes y servicios de forma eficiente, o tienen una buena posición en el entorno socioeconómico?
De acuerdo a la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Contaduría y Administración (ANFECA) se establecen doce pilares que influyen en los niveles de competitividad y productividad de un país: (b)
- Infraestrucura
- Ambiente macroeconómico.
- Salud y educación primaria.
- Educación superior y capacitación.
- Eficiencia en el mercado de bienes.
- Eficiencia en el mercado laboral.
- Sofisticación del sistema financiero.
- Preparación tecnológica.
- Sofisticación de negocios.
- Tamaño de mercado.
- Innovación.
- Instituciones
“Con base en el Índice global de innovación 2020, el país no ha podido aún colocarse dentro de las primeras 50 posiciones en niveles de innovación. De acuerdo con el Ranking Mundial de Competitividad 2020, México cayó cinco lugares en el nivel de digitalización” cita al IMEF.
Las exportaciones se han vuelo un punto clave para la economía, eso hace que las empresas sean más resilientes y creen productos de calidad con estrategias de innovación, invirtiendo más en la imagen de sus marcas y atrayendo más talento. Además, se ve una reducción de los tiempos en las cadenas de suministro con una mejora en la producción, así como la nueva tendencia del nearshoring que ha traído muchos beneficios a las empresas.
Es ahora cuando la responsabilidad social (RSE) empezará a tomar más relevancia dado el compromiso que las empresas tienen frente al bienestar de la sociedad, siendo un intercambio donde tanto consumidor como productor gana.
La campaña «Hecho en México» no solo representa un distintivo de origen, sino un compromiso con la calidad, la innovación y el crecimiento económico del país. En un contexto de cambios globales, como los recientes aranceles impuestos por Estados Unidos y la tendencia del nearshoring, es fundamental fortalecer la competitividad de las empresas nacionales a través de inversiones en infraestructura, educación, tecnología e inclusión financiera.
Si bien México cuenta con empresas emblemáticas que han logrado posicionarse en el mercado global, aún existen áreas de mejora, especialmente en digitalización e innovación. Apostar por el desarrollo de talento, la eficiencia en la producción y la responsabilidad social permitirá que las empresas mexicanas no solo sean más rentables, sino que también contribuyan al bienestar del país y su posicionamiento en la economía mundial. ¿Qué acciones concretas deben tomar las empresas mexicanas para mantenerse competitivas y aprovechar las oportunidades del mercado global?
(a) Iván de Souza (2019). ¿Cuáles son las 10 marcas mexicanas más valiosas y cómo se volvieron tan exitosas? https://rockcontent.com/es/blog/marcas-mexicanas/
(b) https://cdmx.imef.org.mx/blog/crecimiento-economico-en-mexico/competitividad-empresarial-en-mexico/