Se habla mucho de que hoy en día lo que hace falta en los trabajos es el humanizar a las empresas y negocios, pero… ¿en qué momento fueron deshumanizadas?
Actualmente hemos desarrollado velozmente: tecnología, inteligencia artificial, big data, modelos de negocio, e-commerce, redes sociales y un tanto de cosas más. Pero, ¿qué ha pasado con el desarrollo de las personas? ¿por qué en este caso no hemos desarrollado velozmente a la sociedad? ¿será porque no es negocio?
Desde aquí lo primero que podemos pensar es que los negocios fueron creados sólo para hacer dinero, para tener rentabilidad, si no ya deja de ser negocio ¿no?
Los viejos modelos de negocio cada vez vienen hacia abajo, esas visiones y misiones de querer ser los que más venden, los que más generan, los que más fabrican… Aquí es donde tenemos que reflexionar sobre la esencia de una empresa. ¿Realmente cuál es el objetivo del negocio? ¿vender? ¿ganar dinero? ¿poder? ¿ofrecer un buen producto?
Siempre se habla del beneficio que recibe el negocio, pero muy pocas veces se analiza el beneficio que recibirá la persona que aporta con su trabajo el lograr que el negocio funcione, opere y sea productivo.
Humanizar el negocio no se refiere a dar mejores beneficios salariales, es dar beneficios más significativos, pagar bien no siempre significa pagar más. Hoy el pagar bien, significa buscar el retorno de inversión… social en la empresa.
¡Los negocios son humanos por naturaleza porque son construidos por humanos!
- Buscan el desarrollo personal y profesional del equipo de trabajo.
- Son una fuente de inspiración y aportan a los proyectos de vida.
- Tienen un significado, misión y visión auténticos.
- Dan vitalidad y energía.
- Cuentan con espacios que fomentan la salud integral.
- Existen relaciones laborales positivas.
- Son abiertos, inclusivos y flexibles.
“Crea, emprende y lidera el negocio en el cual te gustaría trabajar para el resto de tu vida”