A través de los años la mujer ha demostrado que los negocios no tienen género, han desafiado los estereotipos establecidos por la sociedad que ha ido evolucionando con el tiempo y ganando batallas que eran lideradas por hombres. La huella que han dejado se ha vuelto un gran movimiento a tal grado que ya se sembró el granito de arena que algunas empezaron a alimentar, se volvieron emprendedoras llegando a ser líderes de grandes empresas a nivel mundial.
El legado que dejaron muchas mujeres en el mundo corporativo es significativo y sus historias son fuente de inspiración para muchas más, como dice Sheryl Sandberg, “creo que a menudo es la lucha la que te hace fuerte. Si decides no rendirte y seguir adelante, esa es la fuerza que encontrarás en ti mismo”.
Sin embargo, aunque se ha ganado bastante en esta lucha por hacerse presentes, la brecha de género en el mundo empresarial sigue siendo grande y los desafíos que enfrentan para poder lograr sus metas pueden ser difíciles, más no imposibles.
Las mujeres son perfectamente capaces de hacer grandes logros, la inteligencia no tiene género y la creatividad según las habilidades que cada una tenga es variable. El éxito radica en los distintos aportes que han hecho a la sociedad y al igual que los hombres han implementado estrategias empresariales que han llevado a empresas a tener grandes ganancias económicas, han impulsado el crecimiento de manera significativa demostrando como pueden ser también líderes.
La innovación empresarial se ha visto beneficiada con los aportes femeninos, y justo gracias al liderazgo femenino, es que todas ganamos. Dentro de esta competencia se les olvida que son mujeres, lo que se está peleando es el know how de cada una, porque a como de lugar quieren sobresalir y tener ese premio tan preciado que tanto les ha costado, y es aquí donde no importa el género, ya que la verdadera pelea empieza a radicar en las habilidades que a cada una las distingue frente a los demás.
La biología no miente y hay que recordar que hay ciertas características (que no tienen nada que ver con el físico) que si las diferencias de los hombres, podemos sacar mucha ventaja. Al vivir en un mundo donde se educó a la mujer para tener y cuidar hijos y hacer de ellos niños exitosos, han cumplido su papel de manera positiva en muchos casos, y es justo aquí donde ellas saben cómo jugar con los valores de las futuras generaciones. La educación empieza en casa, y un niño(a) con buenos cimientos tendrá éxito en todo lo que haga; ahora imaginar si aplicarán todo eso en las organizaciones, es de gran valor para todos.
La equidad de género promueve la igualdad de oportunidades y proporciona modelos a seguir para más niñas que sueñan con hacer grandes cosas. Historias conocemos de mujeres que supieron seguir su camino soñando en grande, sus ambiciones las llevaron a ocupar puestos importantes, así como tener logros reconocidos derivados de ideas creativas y tener un mejor funcionamiento de la organización en general. Está comprobado por estudios que la diversidad de género trae un mejor rendimiento empresarial y las organizaciones que cuentan con mujeres en roles de liderazgo suelen ser más innovadoras, resilientes y rentables, construyendo así sociedades más justas e inclusivas.
Tanto mujeres como hombres han transformado el mundo de los negocios, con el paso del tiempo la mujer ha tomado roles más activos haciéndose presente en todos los giros, mostrando la habilidad que tiene para tener éxito. Su camino no ha sido fácil hay que admitirlo y hay muchas cuestiones históricas y culturales que generalmente obstaculizan su desarrollo profesional, no podemos culpar a nadie por estereotipos y expectativas de antaño que solían ser lo “normal”, pero si evolucionar dejando atrás todo aquello que ya no sirve. La competencia no es el género, sino las capacidades que hacen única a cada una en sus roles, con determinación seguirán rompiendo brechas y demostrando porque son tan valiosas, al igual que los hombres.