La gestión de equipo es un reto que tienen todas las organizaciones en donde lo principal es el reconocer que gracias a nuestra gente es cómo podemos llegar a cumplir los objetivos propuestos. El buen desempeño de los equipos donde cada miembro tiene experiencias diferentes hacen que se especialicen y puedan contribuir en el logro de metas, complementarse como equipo.
Es importante eliminar jerarquías, todos somos un engrane que debe de coordinarse correctamente para que la máquina funcione y cada miembro es importante, los éxitos y fracasos son de todos y se toman como aprendizajes para futuras oportunidades.
Maximizar los objetivos de los colaboradores es importante así nos cerciorarnos de que el colaborar conozca sus objetivos y que le hace falta para llegar a ellos. Cuando iniciamos un nuevo año, semestre, trimestre y mes es importante reunimos uno a uno para ver en donde estamos, que hicimos para llegar ahí y hacia donde tenemos que ir y a partir de eso planear acciones que permitan primeramente cumplir con los presupuestos y maximizar aquellos de mayor valor. Después dar seguimiento constante al avance en los resultados y de esta forma actuar en tiempo en caso de necesitar modificar alguna acción que no esté aportando al logro. Todo es cuestión de orden y administración, hacer una pausa en el camino para analizar que estamos haciendo, reconocer lo bien hecho, aprender de malas experiencias y buscar nuevas acciones para evitar que se repitan.
Hay que permitir que los colaboradores sean los que propongan las acciones y hacerlos pensar de forma diferente cuando un resultado no se está dando así como Albert Einstein dice “locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”.
Los principales factores que influyen en los resultados son las competencias que tenemos como personas: nuestras habilidades, conocimientos y sobre todo la voluntad de hacer las cosas, nuestra motivación. Como líder, los principales factores es dar una buen feedback a nuestros colaboradores ya sea en relación a las metas o bien en actitudes y habilidades.
Es nuestra responsabilidad como líder de equipo el fijar objetivos y expectativas y comunicarlos claramente con nuestro colaborador, dar instrucciones calaras y sobre todo la supervisión. Todo esto basado en una buena comunicación con los compañeros y adecuándola al estilo de comunicación que tiene cada persona, lo que lo convierte en un mayor reto para el líder.