La semana pasada tuve la grata oportunidad de aprender de secretarios y directivos de desarrollo económico de los estados del sur sureste del país. Todos ellos se mostraron brillantes y comprometidos con hacer, a pesar de los pesares, su trascendental impronta en el mapa de ruta de oportunidades para la región. Cuando fue mi turno al micrófono les expliqué del comunitario modelo triple hélice de apoyo a PYMES que se está implementando en Nuevo León con recursos estatales, de cómo cámaras, municipios y clústeres están coadyuvando en la convocatoria y de la forma en que las cuatro grandes universidades lo están implementando con el modelo SBDC. Igualmente, humildemente los exhorté a sumar a sus respectivas instituciones de educación superior en la implementación del plan de navegación para apoyar a sus PYMES, pero, o sorpresa que me llevé.
Uno de los directivos valientemente comentó que dos de los estados mexicanos con el mayor número de huelgas universitarias estaban justamente en esa región. Ya resuelto, agregó que dichas instituciones estaban altamente politizadas y difícilmente se podrían considerar como entidades neutrales, incluyentes o democráticas. Caray, si la única misión universitaria es la mejora permanente de la sociedad a través del conocimiento, difícilmente se logrará sin autonomía de gestión y menos sin clases.
Y volviendo a las huelgas universitarias y tomando a la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) como ejemplo, entre huelgas, paros laborales y tomas de instalaciones, la institución y sus alumnos, han perdido en los últimos 10 años más de un ciclo escolar. Pues resulta que los seis sindicatos de la UABJO han realizado en solo una década 8 huelgas, 45 paros laborales y 14 tomas de instalaciones. Irónicamente, entre los sindicatos rijosos están aquellos que representan a trabajadores académicos, empleados de confianza y maestros. Lo más sorprendente son el tipo de demandas incluidas en el pliego petitorio como la exigencia de aumentos salariales entre 20% y 50%, entregas de más plazas laborales para los sindicatos y espacios para estudiantes que no aprueben el examen de admisión. Pero quizás la demanda más inverosímil es el reclamo de un bono de “no huelga” o “no acción”, que consiste en pagarle a los trabajadores para que no realicen ningún pago de labores, pero claro, lo exigen justamente haciendo paros. Vaya manera de extorsionar.
Como era de esperarse, esa máxima casa de estudios bajó su alumnado de 27,038 en 2021 a 25,881 actualmente. Así es, la institución de la cual egresaron dos expresidentes mexicanos, Porfirio Díaz y quien lleva su nombre, ocupa el lugar 67 nacional en el ranking universitario Webometrics, pero el 5,129 a nivel mundial. Sin duda, competir internacionalmente con exalumnos de las 5,128 universidades que la anteceden en puntuación debe ser un camino cuesta arriba para sus egresados. Pues parece que, en el caso de la UABJO, los maestros no entienden o no han querido comprender la consecuencia de sus actos. Así es, siendo la educación el principal motor del desarrollo, en ausencia de ella, es un ingente reto mover la aguja económica, por ello cuánto mas estoica la labor de quienes no claudican ni eluden su obligación.
Es muy difícil crear oportunidades de trabajo sin contemplar la educación. No es casualidad que los estados con el producto interno bruto por habitante más bajo de México, Oaxaca y Chiapas, sean justamente los más aletargados en educación y donde más paros se realizan en sus universidades. No se vale.
Tocante al deber magisterial, estos días pasados que festejamos a los profesores artesanos de la humanidad, a los docentes estilistas de almas y embellecedores de vidas, a los catedráticos que heroicamente enseñan sin capa y a los maestros que dejan una huella en la vida de las personas, habrá que recordarles que la docencia conlleva un gran honor y una ingente responsabilidad.
Sin duda, los maestros mexicanos tendrán que discernir si continúan como una caterva que adoctrina ideológicamente a los ingenuos estudiantes o se dedican a sembrar buena semilla esperando en Dios que caiga en tierra fértil.