Eres dueño de una empresa, gerente de recursos humanos, o un directivo buscando cubrir una vacante. ¿Qué piensas al momento de pensar en contratar una mamá? ¿Cuáles son esas creencias que rondan tu mente, los miedos que te vienen a la cabeza?
Entiendo, seguramente imagines que si ella tiene muchos años sin trabajar remuneradamente estará desactualizada, que será complicado el tema del cuidado de los niños, permisos escolares y por enfermedades, las visitas al doctor. Quizá creas que no estará al 100% puesta en su trabajo. Probablemente hasta te dé miedo que vuelva a embarazarse… seamos honestos, esas y muchas más son las creencias limitantes que se tienen al intentar contratar mujeres y madres en México; lo sabemos y lo hemos sufrido.
Es por eso que te cuestiono ¿estás dispuesto a contratar este gran talento femenino pero tienes miedo de lo que implica? ¿te vas a perder de esta mujer, o buscarás vencer el miedo y plantear estrategias para que tanto ella como la empresa y su familia salgan ganando?
Te invito a romper esta barrera y ser disruptivo. Aquí te doy 10 tips que te ayudarán a formular un plan para impulsar el talento de estas profesionistas de tal manera que todos ganen: madres, familia y empresa.
- Sé realista y honesto contigo, con la empresa y con la candidata. Hay puestos de trabajo que definitivamente no pueden tener la flexibilidad laboral que una madre necesita. Existen posiciones que requieren personas de tiempo completo, de manera totalmente presencial, en los cuales es complicado dar permisos porque no existe quién pueda suplir esas funciones. Si el puesto que tienes vacante es así de estricto, debes enfocarte en buscar al candidato o candidata ideal que pueda cumplirlo sin complicarle su vida personal y familiar.
- Implementa horarios compactados. El horario no tiene por qué ser de 9 am a 2 pm y de 3 pm a 6 pm. Imagina que a eso agregas traslados… se fue todo el día y ahí tendrás muchas mamás frustradas y cansadas. ¿Qué tal si compactas su horario de 8 am a 3 pm? Te garantizo que más de una mamá está dispuesta a tener menor tiempo de comida y así tener la tarde libre para estar con sus hijos, ayudarles con tareas, llevarlos a clases extra curriculares.
- Homeoffice. Haz un serio análisis sobre qué puestos tienen funciones que pueden realizarse a distancia, ya sea de tiempo completo o parcial. Cambia tu mentalidad y atrévete a confiar en que esta mamá podrá cumplir si ambos acuerdan metas y resultados concretos. Ayúdale a tener los elementos tecnológicos para cumplir bien su labor. Si tiene hijos pequeños, dale la oportunidad de aprovechar lugares como Comiunity en los que ella podrá concentrarse en su trabajo mientras maestras cuidan de sus hijos a unos metros de ella. No la orilles a que tenga que trabajar en las madrugadas (estará más cansada y será menos productiva). Entre empresa y colaboradora busquen la forma de contratar algún servicio que le apoye con el cuidado de sus hijos en el mismo lugar que ella esté trabajando; recuerda que el homeoffice en sí mismo no resuelve completamente el problema de ser mamá y trabajar. Una mamá que hace teletrabajo necesita herramientas de apoyo para concentrarse mientras sus hijos estén con ella en casa.
- Banco de horas. Son las horas extra, a cambio de horas de permiso. Ojo, no se trata de cargarla de trabajo, más bien, si en algún momento ella trabajó unas horas de más por ciertas circunstancias, pueda tener estas mismas horas para gozarlas de la forma que ella requiera en meses posteriores.
- Busca tener prestaciones “familiares”. ¿Qué tal si vas más allá? Siendo realistas, las prestaciones de ley no alcanzan para una mujer que es madre. Necesariamente la mamá acabará pidiéndote permisos por el cuidado de sus hijos, vacaciones, citas escolares, visitas al médico, entre otros. ¿Qué tal si implementas algunos días más de vacaciones adicionales a los de ley, qué tal si reglamentas días de permiso para eventos escolares, qué tal si estableces algunos días administrativos al año? Si no lo haces, una mamá como quiera te va a pedir esos permisos y lo terrible es que tenga que quitarlos a sus ya de por sí pocos días de vacaciones. Reglamentar permisos extra dará a todos más certidumbre, estabilidad, control y menos enojo.
- Capacita en tecnología. Muchas mamás que regresan al ámbito laboral después de muchos años, han perdido práctica en el uso de herramientas tecnológicas. ¡No te cierres a contratarla! mejor dale confianza y capacítala para desarrollar esas habilidades. Recuerda: Es más fácil aprender lo técnico que perderte del talento y experiencia que esta mujer ha desarrollado como profesionista y madre.
- Bríndale herramientas para el cuidado de los hijos. Cuando una mamá trabaja su mente está totalmente inmersa en dos cosas: Sacar bien su trabajo y que sus hijos estén bien. Si eso es lo que más le preocupa, quizá podrías pensar en contratar niñeras, servicio de guardería, cowork con estancia, hacer campamentos para niños dentro de la empresa en temporadas de vacaciones. Podrías acercarle servicios médicos, programas de capacitación sobre paternidad, servicios de psicoterapia o de orientación familiar. Implementar estas políticas serán un gran salario emocional para ellas.
- Promueve la corresponsabilidad familiar. Cambia el paradigma de que sólo la mamá es responsable del cuidado del hogar. Haz campañas las cuales promuevan que todos: Mamá, papá e hijos, somos responsables del cuidado de la familia. Esto le quitará a ella la carga de la doble jornada y equilibrará las cosas para impulsar todo su potencial profesional.
- Brinda MÁS permisos familiares a los hombres que son papás. ¿Quién dijo que los permisos solo deben ser para las mamás? No se trata sólo de abrir espacios para que la mujer crezca en lo profesional, se trata también de abrir espacios para que los hombres puedan implicarse en el cuidado de su familia. A ellos también debes darles permisos de ir a citas escolares, de llevar a sus hijos al doctor, de poder convivir más con ellos. En la medida que estas políticas de conciliación entre vida laboral y familiar se abran también a los papás, se provocará mayor crecimiento profesional a las mujeres que son madres.
- Concientiza y capacita a los directivos para abrirse a nuevas formas de trabajo. Si las cabezas no están convencidas de cambiar su esquema de trabajo y orientarlo a flexibilidad, resultados, cumplimiento de metas más que tiempo presencial, será imposible generar esta cultura.